lunes, 16 de mayo de 2011

¿Cómo puedo proteger a mis hijo/as del abuso?

La mejor manera es previniéndolos. Es fundamental mantener una relación cercana con ellos de modo que si algo les ocurre, tengan la confianza para contarnos. Además es importante enseñarles a autoprotegerse a medida que van creciendo.
A partir de los tres años podemos ayudarlos a conocer las partes de su cuerpo. Así como tenemos brazos o piernas, también tenemos pene o vagina. No debemos centrar la conversación en los genitales, sino que enmarcarla en el conocimiento global del cuerpo.
También podemos enseñarles que en el cuerpo hay zonas privadas, que no mostramos porque son especiales e íntimas, y explicarles que nadie puede forzarlos para tocarles sus partes privadas aunque sea un tío, primo o hermano. Es importante transmitirles que nadie puede obligarles a guardar un secreto y que siempre deben tener la confianza para acudir a sus papás si les ocurre algo. Explicarles, pero no exigirles, que digan NO frente a caricias que no les gustan o les hacen sentir raros o incómodos. Por diferencia de tamaño, fuerza y edad, para un niño es prácticamente imposible enfrentar a un adulto y decir NO. Por eso no debemos exigirles, ya que si no lo logra se puede sentir muy culpable.

Es importante que la autoprotección la enmarquemos en una visión positiva y más amplia que la sexualidad y no focalizarla en cómo defendernos de un posible ataque sexual, pues corremos el riesgo de mostrar a nuestros hijo/as una visión negativa y peligrosa del mundo que los rodea

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